domingo, 31 de octubre de 2010

Drácula, de Bram Stoker

Hace casi un mes me compré este libro en el Fnac, puede que movida por la moda vampírica que hay últimamente gracias a la Saga Crepúsculo (que he leído también), o simplemente atraída por el color del libro, que destacaba entre los demás de la estantería. En fin, resumiré un poco la historia, aunque es bastante conocida ya... (y aviso, esto es un spoiler en toda regla)



Es una historia contada en forma de los diarios de diversos personajes, empezando con el de Jonathan Harker, un abogado británico, que viaja a Transilvania para firmar el contrato de venta de una mansión londinense con el Conde Drácula. Pese a las supersticiosas advertencias de los vecinos de los alrededores llega al castillo donde convive con el vampiro durante varios días, siendo testigo de los horrores propios del nosferatu. Después de intentar acabar con el Conde, Harker pone fin a su diario despidiéndose en él de Mina, su prometida. Esto sería la primera parte, la introducción del personaje Drácula, pues en el resto del libro a penas aparece de forma explícita, si bien se encuentra todo el tiempo en el trasfondo de los hechos.
Ahora pasamos a una alternancia de los diarios de Mina Murray, su amiga, Lucy Westenra y el Doctor Jack Seward: Mina, que estaba pasando un tiempo en casa de su amiga, viaja a Rumanía tras recibir la noticia de que su prometido está gravemente enfermo; después de esto Drácula, que ya ha llegado a Londres, empieza a hacer de las suyas, encaprichándose de la pobre Lucy, a la que poco a poco va arrebatando la vida con el bautismo del vampiro.
El Doctor Seward, desesperado ante la enfermedad de Lucy llama a su colega Abraham Van Helsing, prestigioso profesor y médico. Es él quien descubre la verdad sobre la falta de sangre de la chica y el primero en pronunciar la palabra vampiro.
Inevitablemente Lucy se convierte, de modo que Van Helsing, Seward, su prometido y otro amigo se ven obligados a acabar con ella. Pero esto no es lo peor, pues a la vuelta de los - ahora casados- Harker, Drácula lleva cabo el bautismo del vampiro con Mina, lo que va a desencadenar una tremenda cruzada que llevará a los personajes a perseguirlo por todo Londres e incluso por Rumanía.
El final del libro se hace bastante denso, pues los cambios de perspectiva hacen que la historia no avance y, puesto que tienen que esperar a que el barco del conde vaya desde Inglaterra hasta Transilvania, parece que nunca se va a acabar. Todo el tiempo da la impresión de que nos preparan para un final apoteósico y, sin embargo, la escena en la que se cargan al vampiro se resuelve en unas tres o cuatro líneas. Por eso tal vez la mejor parte del libro sea el principio, pues nos permite saber cómo es el Conde Drácula, el vampiro por excelencia, el mito hecho leyenda.